Sí, la parte más conocida de EMDR es el movimiento ocular, pero la terapia va mucho más allá de los movimientos oculares.
La fase 1 de la terapia Emdr te ayudará a explorar tu sintomatología y por qué estás teniendo esa dificultad.
Por ejemplo, en la base de la ansiedad nos encontramos pensamientos distorsionados que aumentan nuestras sensaciones negativas: pensamientos rígidos: “tengo que” “debo”, ideas sobre lo que crees que otros podrían pensar sobre ti: “pensará que… “ “le parecerá mal” preocupaciones infundadas “habrá tenido un accidente” “y si se pone malo”…. sensaciones de culpa “tenía que… no tenía que” “es por mi culpa”, etc.
Una vez que entiendas qué te está pasando, por qué estás teniendo estas distorsiones cognitivas, pasarás a la fase 2, en la que te ayudarán a estabilizarte, te darán apoyos para que puedas ir dando tus primeros pasos y te sientas un poquito mejor.
Finalmente, vendrán los movimientos oculares. Tu terapeuta, te hará pasar a las siguientes fases, en las que reprocesarás aquellas vivencias que te han llevado a actuar o pensar de esta manera y sentirás una mejoría importante y sólida. Ya no necesitarás más apoyos porque lo habrás interiorizado.