En la actualidad tenemos disponibles en el mercado varios tipos de proteína en polvo, cada una con sus propias características y beneficios por lo que decidir sobre cuál tomar nos puede resultar complicado. Pues bien, dependiendo de tus objetivos, preferencias dietéticas y tolerancia a ciertos ingredientes, puedes elegir el tipo de proteína en polvo que mejor se adapte a tus necesidades. Así que, veámoslas.

Por un lado, la proteína se divide en proteína de origen animal y proteína de origen vegetal. Dentro de esta última tenemos la de arroz, guisante, soja y cáñamo. No obstante, la proteína de origen animal, y concretamente la proteína láctea es la que está más presente en el mercado siendo la más consumida.

Dentro de la proteína láctea tenemos la caseína (forma parte del 80% de la proteína láctea) y el suero o también conocido como “whey” (20%). A su vez, dentro de esta última, podremos encontrarnos con 3 tipos en función de su procesamiento y contenido: concentrada, aislada e hidrolizada.

Vaya lío ¿verdad? No pasa nada, a continuación, te explico un poco más acerca de cada una de ellas.

Concentrada (whey protein concentrate): este tipo de proteína de suero de leche se somete a un proceso de filtración que elimina la mayoría de los carbohidratos y grasas, dejando una concentración de proteínas que generalmente varía entre el 60% y el 85%. El concentrado de proteína de suero a menudo conserva algunos de los componentes beneficiosos de la leche, como lactosa y minerales. Este tipo de proteína es la más común y por ello también es la más económica.

Aislada (whey protein isolate): este tipo de proteína de suero está más procesada que la concentrada, debido a que se ha sometido a una filtración adicional para eliminar la mayor parte de la lactosa y las grasas, lo que resulta en un producto con un contenido de proteínas aún más alto, generalmente entre el 85% y el 90%. Debido a su mayor pureza, la proteína aislada contiene una cantidad más baja en carbohidratos y grasas que la concentrada. Este tipo de proteína de suero de leche es la proteína de elección en aquellas personas con intolerancia a la lactosa.

Hidrolizada (whey protein hidrolysate): este tipo de proteína de suero de leche ha sido sometida a un proceso de enzimático el cual se encarga de descomponer las proteínas en fragmentos más pequeños. Podríamos decir que es un tipo de proteína “pre digerida”, lo que facilita su digestión y absorción. El hidrolizado de proteína de suero tiende a ser más costoso que otras formas debido a este proceso de fabricación adicional. Por todo ello se considera la forma más pura de proteína en polvo, con un porcentaje del 90% o incluso más.

Caseína: Se absorbe más lentamente que la proteína de suero, por lo que es buena opción para tomar antes de dormir proporcionando una liberación sostenida de aminoácidos durante la noche. Además de ser más saciante.

Es importante no depender exclusivamente de la proteína en polvo para satisfacer tus necesidades proteicas, sino que una dieta equilibrada debe ser la protagonista. No obstante, en situaciones en las que esto no es posible, consulta con un/a dietista-nutricionista para determinar la cantidad adecuada de proteína en polvo y su consumo según tus necesidades individuales.

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